
En lugar de una cuna y juguetes, hay un escritorio con una bandera venezolana al costado y una fotografía de una de las multitudinarias manifestaciones que encabezó en 2019, cada vez más lejanas.
“El objetivo de Maduro ni siquiera es ganar legitimidad”, sino “aniquilar a la alternativa democrática en Venezuela” con unas votaciones en las que espera acabar con la mayoría opositora del Legislativo, sostiene.
“Homologar sanciones” –
El próximo año se instalará un nuevo Parlamento que seguramente estará dominado por el chavismo, ante la negativa de los principales partidos políticos opositores de postular aspirantes. Ya Estados Unidos anunció que lo desconocerá y la Unión Europea pidió, sin éxito, posponer los comicios legislativos.
El reto de Guaidó es salvar su vigencia con la consulta que promueve, prevista del 7 al 12 de diciembre, sin respaldo de autoridades electorales, a las que acusa de servir a Maduro.
Confiando en que sus aliados internacionales ratifiquen el apoyo que le han dado, sostiene que el próximo paso es “homologar sanciones”.
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